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Cómo ayudar a tu hijo con los cambios y las transiciones

Mom hugging son

Es normal que haya cambios en cualquier familia, pero puede representar un desafío, en especial para los niños. Tanto los cambios habituales (un nuevo año escolar, una actividad nueva) como los eventos importantes de la vida (un diagnóstico médico, una hospitalización, un divorcio) pueden ser disparadores de estrés y emociones intensas.

Si tu hijo tiene cáncer u otra enfermedad grave, las transiciones pueden ser aún más frecuentes y perjudiciales. Con cada nuevo diagnóstico y tratamiento, tu hijo enfermo puede manifestar distintas limitaciones y síntomas. Algunos niños hasta tienen que dejar la escuela.

Otros miembros de la familia también están pasando por esta situación difícil. Los cambios en las condiciones médicas y los tratamientos pueden hacer que uno de los padres tenga que dejar su trabajo o limitar las actividades de los hermanos. Todos pueden sentirse abrumados y fuera de control.

Por estas y otras razones, los niños pueden tener dificultades y comportamientos de exageración. Afortunadamente, hay formas de ayudar a tu hijo a afrontar los cambios y fortalecer la resiliencia para el futuro.

Ayudar a tu hijo con los cambios

A continuación, encontrarás algunas estrategias para ayudar a los niños en las transiciones. Desde ya, cada uno es diferente, así que aplica el sentido común y adapta estas sugerencias a tu estilo de vida y a tu hijo.

Brinda toda la información posible sobre los cambios

Dad talking to son on bedEl conocimiento es poder; esto es así tanto para los niños como para los adultos. En los momentos de cambio, los niños se sienten inquietos, por eso es importante compartir toda la información posible. De esta manera, los niños pueden entender lo que está sucediendo, sentirse valorados y recuperar cierta sensación de control. Es normal pensar que estás protegiendo a tu hijo, pero sin información, lo más seguro es que llenen los vacíos con ideas peores.

Comienza preguntándole a tu hijo lo que sabe. Luego, corrige los malentendidos y llena esos vacíos con palabras que puedan entender según su edad. Habla sobre el diagnóstico, si es una afección médica nueva, el tratamiento y los cambios que vendrán.

Si no sabes cómo hablar sobre la afección médica y el tratamiento de tu hijo, no dudes en pedirle ayuda a un especialista en vida infantil. También encontrarás más consejos adecuados a la edad de tu hijo en copingspace.org/children.

Para los niños que necesitan más información, en especial los niños pequeños, puede ser útil mostrarles con anticipación lo que ocurrirá. Esto puede incluir una visita al hospital, la presentación de un nuevo médico o un vistazo a algunos de los equipos médicos que los médicos usarán. Si los hermanos tendrán una niñera o un cuidador nuevo, puedes invitarlo para que lo conozcan primero.

Ten presente que está bien decirle a tu hijo que no sabes algo. Puedes explicarle que no tienes una respuesta en este momento, pero que le dirás en cuanto sepas. Recuerda siempre responder con honestidad. Tarde o temprano, tu hijo sabrá la verdad y la sensación de traición siempre será mucho peor.

Espera emociones intensas con las transiciones

Upset girl at dinner tableLos grandes cambios provocan emociones intensas, en todos. Las emociones normales que surgen de los cambios incluyen ira, frustración, tristeza y dolor. Tu hijo puede manifestar estas emociones con más berrinches y llanto, pero también pueden quedar en silencio.

Además de las emociones, los niños que están atravesando una etapa de cambios pueden cometer más errores u olvidar o perder cosas. También pueden estar más distraídos o tener dificultades en la escuela. Esto se debe a que su cerebro está ocupado con los cambios y las emociones que surgen en consecuencia. Es posible que necesiten más ayuda o que debas pedirle ayuda a la escuela durante un cierto tiempo.

Lidiar con las emociones intensas de tu hijo puede ser frustrante y difícil. Trata de ser paciente, aun cuando sobreactúen, te falten el respeto o lloren con más frecuencia. ¡Y ten paciencia contigo también!

Mantén las rutinas que puedas

Las rutinas son importantes para los niños que anhelan la previsibilidad porque les dan una sensación de seguridad y control. Esta es exactamente la razón por la que el cambio es tan difícil. Mantener las rutinas es difícil cuando pasas por transiciones, sobre todo cuando estás bajo estrés y haciendo malabares. Ten presente que solo porque algunas cosas tengan que cambiar no significa que debas descartar todo.

Es evidente que ahora no tienes que hacer todo igual, cada día y cada semana. Las rutinas tendrán que cambiar con el tiempo, pero es útil mantener algunas rutinas que le aportan bienestar a tu hijo.

Algunas formas de mantener las rutinas y la normalidad durante las transiciones pueden ser mantener las rutinas matutinas y la hora de acostarse de tu hijo, mantener las reglas normales, leer los libros favoritos y comer comida casera. También puedes dejar que usen o tengan un objeto de apego. Pregúntale a tu hijo qué sería más útil, luego, sugiere tus propias ideas.

Acepta la regresión frente a los grandes cambios

Como mencionamos antes, los niños necesitan lo conocido para sentirse seguros y en control. Para satisfacer esta necesidad durante una etapa de grandes cambios, muchos niños pueden tener regresiones y volver a conductas de la primera infancia. ¿Cómo puede manifestarse la regresión? Los niños pequeños pueden hacerse pis o caca encima. Los niños en edad escolar pueden querer mirar los libros de cartón viejos o jugar con juguetes de bebé. Los adolescentes y preadolescentes pueden volver a ver programas de televisión de cuando eran pequeños o escuchar música de hace varios años. Es posible que tu hijo también quiera dormir contigo o volver a sus actividades o comidas favoritas antiguas.

Algunos niños también manifiestan regresiones de atención o para recuperar su autoestima. Desde ya, esto es muy difícil para los padres. Pero en líneas, generales, es mejor habilitar estos comportamientos si no causan problemas ni interfieren en la vida diaria o la escuela.

Esto no significa que los dejes mojar la cama todas las noches ni que estés con ellos en todo momento. Por el contrario, significa que debes mostrar compasión y ofrecer más bienestar, aunque la respuesta sea no.

Modelo de afrontamiento saludable durante las transiciones

mom and kid biking¡Los niños aprenden con el ejemplo y tú eres su principal modelo a seguir! Puedes ayudar a tu hijo a manejar sus emociones si las identifican juntos y le cuentas formas positivas de lidiar con el estrés. Si notas que le cuesta, pueden armar juntos un plan de afrontamiento. No obstante, una de las maneras más efectivas de enseñar a los niños a lidiar con los cambios es mostrar, no contar.

Habla con tu hijo acerca de tus formas de afrontar los grandes cambios y permite que te vean en acción. No tienes que hacer grandes cosas ni llamar su atención. Solo hazlo con la frecuencia suficiente como para que lo noten. Además, hacer actividades para eliminar el estrés realmente te ayudará.

Estas son algunas formas positivas de lidiar con el estrés y la ansiedad durante las transiciones:

  • Dar un paseo o pasar tiempo al aire libre
  • Hacer ejercicio
  • Meditar y hacer respiraciones profundas
  • Descansar mucho
  • Tener un pasatiempo, como hacer arte, artesanías, tocar un instrumento, leer o jugar juegos
  • Hablar con un amigo o familiar de confianza
  • Abrazar a alguien que amas
  • Escuchar música
  • Reír (con videos tontos, chistes y programas de televisión, ¡todo sirve!)

Puedes encontrar más ejemplos de maneras saludables de lidiar con el miedo y la ansiedad en los artículos “Cómo controlar tu propio miedo cuando tu hijo está gravemente enfermo” y Cuidar de ti.

Siempre hazte tiempo para hablar con tu hijo durante los cambios

Mom talking to young sonHacerse el tiempo para hablar con un hijo durante una transición importante es una de las mejores decisiones que puedes tomar, pero sabemos que es más fácil decirlo que hacerlo. A menudo, cubrimos muchos frentes al mismo tiempo, por ejemplo, armamos los almuerzos mientras preparamos la cena y revisamos los correos electrónicos en el teléfono. En simultáneo, tu hijo trata de organizarse con los amigos, las actividades y la escuela.

Reservarse un tiempo fijo para hacer y saber cómo están puede ser una gran ayuda. Si tu hijo está distraído o no está listo para hablar, no presiones y vuelve a intentarlo en otro momento. También puedes tratar de identificar esos momentos en los que puede estar más dispuesto a abrirse. A algunos niños les gusta hablar antes de irse a dormir. A otros, antes de ir a la escuela. Es posible que tu hijo sea más propenso a hablar contigo mientras estás haciendo otra actividad, como conducir, jugar videojuegos o hacer una tarea artística.

Trata de estar a disposición en esos momentos, aunque no sean los más convenientes. Puedes ser una presencia silenciosa o preguntarles como están. Nadie conoce a tu hijo mejor que tú y sabes lo que funcionará con él. Recuerda hacer estos chequeos de forma regular, no solo cuando comiencen la transición. Los sentimientos de tu hijo pueden cambiar con el tiempo o a medida que se presentan nuevos cambios.

Sé amable contigo durante las transiciones

Las transiciones son difíciles para los niños, ¡pero también lo son para sus padres! No solo debes apoyar sus necesidades, también debes satisfacer las propias. Y no es para nada sencillo ser amoroso y comprensivo con las malas conductas durante un momento estresante.

No podrás hacer todo bien. Sentirás frustración y te quebrarás. Pero lo estás intentando… y eso solo basta para que tu hijo sepa que lo amas.

Sé amable contigo. Aliméntate bien y descansa mucho. Siempre podrás pedir disculpas y rectificar tu primera reacción. De hecho, es bueno que los niños vean a los adultos cometer errores y que aprendan que todos somos humanos.

Sí, el cambio es difícil y estas estrategias requieren práctica. Tu hijo logrará adaptarse y, con algo de atención extra, fortalecerá su resiliencia para los próximos grandes cambios que vendrán.

Recursos complementarios para gestionar los cambios

Fortalecimiento de la resiliencia en niños

Apoyo a niños con enfermedades

Ayuda a los hermanos de niños gravemente enfermos o heridos para afrontar la situación

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