Ryan Kerr, la inspiración detrás de ConKerr Cancer, fue un joven notable. La batalla de Ryan contra el cáncer comenzó cuando le diagnosticaron osteosarcoma a los doce años. Atravesó cinco recurrencias del cáncer, 30 meses de quimioterapia, 15 cirugías, la amputación de la pierna derecha y más de 150 días de fisioterapia.

La enfermedad de Ryan nunca le impidió vivir la vida activa y aventurera que amaba. Ryan constantemente se desafió a sí mismo con actividades nuevas: esquí, skate, escalada en roca, buceo, ciclismo, y dominó cada nueva habilidad con coraje, gracia y agresividad. Sus amigos y familiares siempre se asombraron con su actitud enérgica, a pesar del agotamiento y el dolor. Muchas personas no entienden las dificultades diarias que eran parte normal de la rutina de Ryan, como ponerse la pierna o tratar de mantener su estilo de vida durante la quimioterapia.

Como estudiante, la curiosidad y la amabilidad de Ryan robaron los corazones de todos sus maestros. Estaba ansioso por aprender, participar en los debates en clase, mejorar sus habilidades fotográficas y pasar tiempo con sus amigos. A lo largo de su batalla, logró mantenerse al día con sus estudios y se graduó de la escuela secundaria.

Ryan nunca quiso que el cáncer lo colocara en un lugar de inspiración ni le hiciera recibir un tratamiento especial. Amaba usar sus zapatillas Converse altas rojas, así que ahora las usamos como un símbolo de su vibrante energía para la vida. Ryan veía belleza en todos y en todo. Era un hombrecito con una sabiduría y una madurez muy superiores para su edad. Aprendió a ser un joven profundamente compasivo, reflexivo, sagaz, con una sonrisa ganadora y los mejores abrazos del mundo.

Sobre todo, vivió su vida con tanta alegría y coraje que inspiró a miles de personas en nuestra comunidad y en todo el país. Su memoria, inspiración y luz vivirán para siempre en nuestros corazones y en el legado que deja a través del trabajo que hacemos a diario en Case for Smiles.